Arquitectura y tendencias

El proyecto presentado por Francisco Gallo, colombiano de 43 años, ganó el 1° premio europeo para la Innovación Ambiental: ladrillos fabricados en guadua, una clase de bambú cultivada en toda Sudamérica.

“La mayor parte de las casas del entorno en que nací estaban hechas con guadua...”, comentó Gallo, “...me di cuenta de que no sólo resultaba más barato sino que además reducía el enorme impacto medioambiental que tiene la fabricación y el transporte de áridos.”

El bambú no es sólo más económico sino que además su cultivo enriquece los suelos y proporciona biodiversidad al regular los recursos hídricos y atraer a especies animales. “Plantar guadua es como sembrar agua”, afirmaba el colombiano, que insiste en las ventajas medioambientales de la fibra vegetal.

Por un lado, es un material extraordinariamente sólido, "los terremotos que asolan mi país han puesto de manifiesto que en condiciones extremas las construcciones de guadua se comportan mejor que las de ladrillo y hormigón.", a lo que se le suma que la caña está siempre "a mano" en Sudamérica, mientras que la fabricación de materiales de construcción, como el cemento, tiene un gran impacto ambiental. "Hay que abrir minas deteriorando paisajes, hay que alimentar hornos y encima hay que transportar todo ese material de una punta a otra del país gastando ingentes cantidades de recursos".

Ahora su desafío es conseguir un proceso de transformación de la materia prima vegetal para la fabricación de piezas de construcción. La idea es hacer estructuras, paneles y otros elementos que puedan alimentar una cadena de producción de viviendas modulares.


Fuente: arquimaster y diario vasco


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